25 de noviembre de 2011

Laberintos



Como es creencia de los que perpetran este blog que todos los que llegan aquí lo hacen más por extravío que por interés, vamos a festejar la llegada de los incautos hablando un poco de laberintos. También para terminar de cerrar este homenaje permanente al viejo Borges, que tanto le gustaban.

Aunque los primeros documentos de laberintos son (cuándo no) dibujos egipcios mucho más antiguos, el nombre laberinto (del griego labýrinzos) proviene del que probablemente sea el más famoso de la antigüedad clásica: el laberinto de Creta, aquél que construyó Dédalo a pedido del Rey Minos para encerrar allí a su monstruoso hijo Minotauro, y luego al mismo Dédalo (junto con su hijo Ícaro). Se cree que el mito del laberinto de Creta fue inspirado por el palacio de Cnossos, donde vivía Minos. Cuando los aqueos llegaron y se encontraron con una construcción tan sofisticada e intrincada, que incluía maravillas tales como un sistema de alcantarillas, se deben haber sentido un poco extraviados; habían en el palacio muchos dibujos de hachas de doble filo, que en griego se llaman labrys, por lo que el nombre y la extraña distribución del palacio derivaron naturalmente en la idea de laberinto actual.

Minos, Dédalo, Pasifae y el Minotauro
Por resistente que el lector haya sido a la mitología griega, seguramente conoce el mito del laberinto de Creta y del Minotaruro. De todos modos, este viejo amigo de todos ustedes no se va a resistir a la tentación de volverlo a contar aquí de una manera más bien básica y elemental:

El rey Minos de Creta le debía un favor a Posidón, el dios de los océanos, y había quedado en sacrificarle un toro; para tal fin, el mismo Posidón hizo surgir del mar un toro blanco que era una belleza. Pero a Minos le gustó demasiado el toro blanco, y se lo guardó para sí, usando luego para el sacrificio un toro cualunque de su rebaño. A Posidón no le gustó la sustitución y en venganza hizo que la esposa de Minos, la señora Pasifae, se enamorara de aquél toro blanco de forma patológica. Tanto era el amor que la mujer sentía por el toro, que llamó al inventor oficial del reino - nuestro amigo Dédalo - y le pidió que le construyera un disfraz de vaca. Asi hizo Dédalo y así pudo la loca Pasifae seducir al toro blanco y consumar su amor, por decirlo de alguna manera. De esa unión nació el Minotauro, un monstruo con cuerpo humano y cabeza de toro.
Horrorizado Minos por ese hijo mostruoso (bueno, no era su hijo en realidad, si no de Pasifae y del toro, así es como luego dicen que los únicos sobrinos son los hijos de la hermana...) hizo que el propio Dédalo construyera un laberinto para encerrar allí al Minotaruto, y alimentarlo, cada nueve años, con nueve doncellas y nueve mancebos aqueos. Cansados los aqueos de proveer el alimento para el bicho, mandaron entre los mancebos a Teseo, un héroe que ayudado por Ariadna (media hermana del Minotauro) y un ovillo de hilo, pudo entrar en el laberinto, matar al Minotauro y obviamente volver a salir.
Muerto el Minotauro, el viejo Minos redcordó que tenía en la frente un bonito par de cuernos, por lo que usó el laberinto para encerrar en castigo a Dédalo y a su hijo Ícaro ya que estaba.

Borges en La Casa de AsteriónJulio Cortázar en Los Reyes escribieron sus versiones de este mito con unos giros muy (pero muy) interesantes que resignifican todo el sentido del mito sin modificar los hechos. Es recomendación de este calavera que busquen esos cuentos y los lean; ambos son cortos, muy entretenidos y bellísimos. Uno de mis chicos, a sus diez años, lloró conmovido después de leer La Casa de Asterión.

Es muy tentador imaginar el laberinto como un símbolo de nuestras vidas. A medida que crecemos vamos adentrándonos en el laberinto, complicándonos primero con la separación del vientre materno, la escuela, los primeros amores, nos vamos metiendo por pasillos con exámenes, las primeras salidas, elegir un futuro (el pasillo de la derecha, el de la izquieda), abrirse un lugar, formar una familia... todos son obstáculos y no está permitido retroceder. Avanzamos inevitablemente hacia el centro del laberinto donde nos espera un monstruo; es fácil pensar aquí que en el centro del laberinto nos espera la muerte. Pero también podemos pensar en que nacemos en el centro del laberinto y nuestra meta es salir de él y al final nos espera la libertad radiante, el sol, el ser luminoso con el que soñamos ser.

14 comentarios:

  1. El Mostro en su laberinto25 de noviembre de 2011, 2:57 p.m.

    Muy interesante! Hay una novelita, el minotauro no murió, vive hasta nuestros días y es un cocinero borrachin en bares de mala muerte en EEUU.

    Saludos.

    ResponderBorrar
  2. Mencantó tu apostulado CALITAAAA!!!!!

    Hay veces en que siento/pienso que la vida es un laberinto insondable del cual jamás lograré salir por ende estaré sumergida de por vida dentro de el,en cambio otras veces extrañamente sé cuál será la salida,sólo debo ser paciente hasta dar con ella,no vaya a ser cosa de que nada de lo que había que entender se haya entendido,raro no?? :/

    P.D.:Ya lo decía el GRAN PEPE NAROSKY: "La vida es un laberinto,pero los iluminados conocen la salida."
    ¡¡WINNERRRRRRRRRRRRRRR!!!!!
    jajajajajajajajajajaj

    BESOS CONFUSOS

    ResponderBorrar
  3. yo venia a quejarme como de costumbre, pero me corren!

    ResponderBorrar
  4. ¡Qué linda suena la novelita que cuenta, Don Mostro! Pero largue datos: ¿Cómo se llama, quién la escribió, etecétera? Un gran abrazo.

    Me gusta que te haya gustado, Gabulina querida. Y es verdad: hay días en que dan ganas de tener una topadora y arrasar con las paredes de este ñaberinto... ¡besos para você!

    ¿Quién la corre, estimada Z? No, usted quéjese tranquila, que el cartel de la puerta es para espantar giles... Oiga: qué lindo verla de nuevo en este blog.

    ResponderBorrar
  5. Fe de Ratas: donde este borracho puso "ñaberinto" quiso poner, obviamente, laberinto. Pasa que desayunar con tinto no es para cualquiera...

    ResponderBorrar
  6. cala van varias

    es posidon o poseidon?

    me gustó la vida como laberinto, es como vamos por aca, por alla, no por aqui, por ahi, si es allí...y cuando se forma una familia (especialmente cuando entran lso niños a jugarnos jugadas) no hay control Z


    ahora esa señora encamarse con un toro!!!
    estos griegos se merecen flor de crisis
    despues dicen que los franceses son degenerados porque siempre ponen una mina en gomas en sus pelicula

    encontre ambas obras recomendadas
    la de cortazar es una obra de teatro? no?

    ResponderBorrar
  7. Hola hola, recién me avivo de que había preguntas sin responder, perdoname Pelado:
    El nombre de Poseidón/Posidón está escrito de las dos maneras, de acuerdo al mitógrafo... que se yo, me gusta más con una letra menos, como Dionisio/Dioniso.

    Los griegos son lo más degenerado que hay ¿no viste 300?

    Los Reyes de Cortázar está escrito como un guión de teatro, si, pero no sé si alguna vez se puso en escena che.

    Bueno, ¡un abrazo!

    ResponderBorrar
  8. gracias por desasnarme
    q bueno seria teatralizarlo en Plaza Francia!!!

    lo llevo para el blog del autor de teatro a ver como lo haria

    saludos huesudo

    ResponderBorrar
  9. Uh, dale, montemos la obra, yo hago de griego nro.3

    ResponderBorrar
  10. del vestuario no hay rpoblemas

    estamos en bolas

    ResponderBorrar
  11. http://www.youtube.com/watch?v=34nCyKxF6-4

    ResponderBorrar
  12. enchufate cala

    http://www.whokilledbambi.co.uk/2011/12/funny-sockets/

    ResponderBorrar
  13. Siempre soy el primeor en ponerme en bolas. Anoche, sin ir mas lejos, soñé que miraba un video en el que ma hebáin filado y yo estaba en bolas... ¿hasta donde puede llegar el nercisismo? Y si padezco de narcisismo ¿tengo que decir también que soy un bagayero? En fin.

    Bowie es una de las mejores personas que uno se puede encontrar en un laberinto, querido Jo-Tsé. Aunque para esa época (lo confieso con vergüenza) yo era más hincha de La Historia Sin Fin.

    Quiero ese enchufe YA, gracias de nuevo Furgus.

    ResponderBorrar
  14. estas diciendo de tu mujer es un bagayo

    ya lo dijo Socrates inspirado en Don José
    "pongamonos en bolas y que los demas no importe nada"
    y asi revoluciono la filosofia, el concepto q tenemos de Grecia y a algunos griegos

    ResponderBorrar

The Banshees of Inisherin

Recién sacadita del  horno, esta flor de película es un deleite de profundidad y emoción en medio de tanto rayo láser, músculo en lycra bril...