24 de enero de 2012

No Somos Nadie


 La película se llama Mr. Nobody (Sr. Nadie), es de 2009 y fue dirigida y escrita por el belga Jaco Van Dormael, un director de quien no he visto ninguna otra película, pero ya tengo ganas. La estrella principal en nuestro amigo Jared Leto, y le siguen Sarah Polley, Diane Kruger, Linh Dan Pham y Rhys Ifans, entre otra buena gente.
Aunque está calificada en varios sitios como una película de ciencia ficción, no parece encajar en ese género, salvo por el hecho de que parte de la película sucede en el futuro - podríamos decir que la película empieza en el futuro - pero fuera de ese aspecto es puramente conjetural, como cualquier película. Si fuera necesario ponerle un rótulo, esta sería más bien una película metafísica. Tomá mate con chocolate.


El Sr. Nemo Nadie*  tiene 118 años y está a punto de crepar. Es el último ser humano mortal y por eso le hacen un reportaje para que cuente su vida; el problema es que el Sr. Nadie no cuenta una vida, si no muchas vidas paralelas. Su relato no es lineal, es confuso y contradictorio, salta en el tiempo, en el espacio y en las posibilidades, como si el Sr. Nadie hubiera vivido todas las vidas posibles... pero no se trata de adivinar cuál es la vida verdadera.




* Nemo en latín significa justamente "nadie", aunque en algún momento también se refiere a sí mismo como el Sr. CRAFT: Can´t Remember A Fucking Thing (No Recuerdo Una Mierda).


Una manera
de acercarse a esta película es recordar la vieja cuestión filosófica del determinisno versus el libre albedrío. Es decir: el destino de nuestra vida ¿está ya escrito en las estrellas o lo vamos forjando con nuestra decisiones? Hay quienes creen que todo ya está fijado y que no importa qué hagamos, la vida ya tiene previsto un destino para nosotros. Hay quienes creen que el futuro es una nube movediza que cambia cada vez que abrimos una puerta, doblamos una esquina o nos agachamos a ver por qué no explotó un cuete. Una tercer rama hereje agarra por el medio y cree que se gana por mérito propio y se pierde porque estaba escrito.




Otra manera
de explicar el tema de Mr. Nobody es pensar en el famoso Efecto Mariposa: la idea viene de un viejo proberbio chino que dice que el aleteo de una mariposa puede provocar un terremoto del otro lado del mundo. Estrictamente hablando, la teoría del Efecto Mariposa (o mejor: la Teoría del Caos) dice que pequeñas variaciones en las condiciones iniciales de un sistema pueden amplificarse hasta lograr resultados finales completamente distintos. En criollo: un acto sencillísimo tal como doblar en una esquina en vez de seguir de largo puede que nos haga conocer a la persona que nos cambiará la vida, y terminemos siendo siendo ricos y exitosos en vez de estos gusanos miserables.




También
nos podríamos referir a aquella vieja leyenda que dice que antes de nacer sabemos todo: quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos; conocemos en detalle nuestro destino y más: lo aceptamos. Pero en el momento de nacer (un ángel nos toca la boca y) olvidamos todo lo que sabemos y recorremos esta vida sólo para ir recordando lo ya sabíamos. Los Wachowski dicen algo parecido en su discutible trilogía Matrix: Las decisiones ya las hemos tomado, estamos aqui para entender por qué las tomamos. En Mr.Nobody esta cuestión está planteada en forma de posibilidades: Mientras no se tome una decisión, todo es posible.




Dos Notas Finales
Vale aclarar que aunque esta película aborda temas tan profundos y filosóficos como los que torpemente se han querido encarar aquí, también abunda en belleza y poesía. Como muy bien lo dijo Jo-Tsé en su blog (lo que me animó a verla), esta película "Visualmente es sorprendente y maravillosa, sonoramente también, la verdad es que tiene más imaginación y fuerza en un puñado de fotogramas que en los kilómetros de cinta que salen de Hollywood como chorizos envenenados años tras año".


Uno también podría temer que al saltar la trama en distintos tiempos y lugares y universos paralelos, la película sea difícil de entender. Para nada: aún un intelecto básico como el de este viejo cráneo pudo entender todo sin problemas y (lo más importante) disfrutar de una película sensible, inteligente, bella y profundamente filosófica.


Parece que lamentablemente no es fácil de conseguir en videoclubes, por lo que habrá que recurrir a las fuentes usuales en internet, o me avisan y se vienen a casa con una cerveza (yo pongo los manise) y la vemos lo más panchos.

17 de enero de 2012

Mujeres de a Tres



Inevitable, ineludible, es en vano resistirse: vamos a hablar de mujeres. Para peor: de trios de mujeres. Y como si no fuera suficiente: de trios de mujeres que manejan el destino de todos. 
Es curiosa la coincidencia en las mitologías (griega, nórdica, romana) de poner el Destino en manos de tres mujeres; un Destino tan inexorable que hasta los dioses estaban obligados a obedecer; tan inevitable e ineludible como las mujeres. A ver García:

Las Nornas
Para los Vikings las nornas tejían el tapiz del Destino a los pies de Yggdrasil, aquel árbol gigantesco en cuyas raices está la fuente de todo conocimiento. En ese tapiz cada hilo es la vida de cada ser viviente, y el largo del hilo representa, claro, cuánto va a vivir cada uno. Las Nornas son, obviamente, tres: Urd (lo que ha ocurrido), Verdandi (lo que está ocurriendo ahora) y Skuld (lo que debería ocurrir). Es interesante esta última variante, donde estábamos todos esperando el futuro, lo que ocurrirá, pero no: patinamos como loro en baldosa y nos encontramos con lo que debería ocurrir. Se ve que para los mitógrafos vikings el futuro es una oportunidad para que las cosas sean como deberían. No está mal, eh.
Aunque en las Eddas no está clara la edad de las Nornas, hay ilustraciones que las muestran como tres viejitas, y otras como tres jóvenes. Se sabe que Skuld cumplía también con las funciones de Valquiria, por lo que preferimos pensar que eran unas rubias-coloradas al estilo de Miranda Otto en El Señor de Los Anillos, cosita hermosa.




Las Moiras
Moiras, no Morias. Eran muy parecidas a las Nornas, salvo que eran griegas y se cree que eran más de tres en algún oscuro principio, pero quedaron finalmente tres: Cloto, la hilandera, tejía el hilo de la vida; Láquesis, la que echa suertes, era quien medía el hilo y Átropos, la que no gira, era la que cortaba el hilo de la vida, es decir, la Muerte. Como todo lo griego, tenían sus reflejos romanos: Las Parcas Nona, Décima y Morta.




Las Grayas
A diferencia de las Nornas, se sabe que las Grayas eran viejas. Habían nacido viejas, con el pelo gris, y de ahí su nombre. Entre las tres compartían un solo ojo y un solo diente que se turnaban para usar. Sus nombres eran Dino (el temor), Enio (el horror) y Pefredo (la alarma). Sólo aparecen en el mito de Perseo y son quienes - según la versión - le indicaron dónde y cómo matar a Medusa.




Existen otros trios de mujeres terribles en los mitos: las Erinias eran las encargadas de llevar a cabo las venganzas de los dioses; las Gorgonas eran tres hermanas mostruosas (la recién mencionada Medusa era una de ellas); incluso en la especial mitología cristiana se habla de la Tres Marías: la madre de Jesús, Magdalena, y una tercer María en discordia con la que aún no se ponen de acuerdo.


Uno entonces se pregunta inevitablemente, inexorablemente, quiénes serán estas tres mujeres que nos acompañan desde el incio de los tiempos hasta hoy, esas tres mujeres que marcan nuestro destino, las que Furgoner alcanzó a ver en el 107 a Mataderos, las que ya tienen todo decidido.


Un amigo borracho dice que son la Madre, la Amante y la Muerte que todos tenemos. Vaya uno a saber.

The Banshees of Inisherin

Recién sacadita del  horno, esta flor de película es un deleite de profundidad y emoción en medio de tanto rayo láser, músculo en lycra bril...