Sin mucha alharaca: por esa desconfianza que genera el éxito comercial de algunas expresiones artísticas (especialmente en la música y la literatura), había creído que la trilogía Millenium era un moco de fantasía adolescente e hice fuerza por no enterarme siquiera de qué se trataba.
Pero terminé cediendo ante la insistencia de la tapa de la película en el video club y ahí reparé en que había una versión americana de unas películas originales suecas basadas en sus correspondientes libros.
Entonces recordé el caso parecido de Criaturas Nocturnas (En el sueco original: Låt den rätte komma in, es decir: Deja Entrar al Correcto) del amigo Lindqvist, una excelente novela y película sueca que fue versionada por Holliwood.
Hay tres novelas escritas por el desgraciado Stieg Larson, o una novela en tres grandes partes, que son:
- Män som hatar kvinnor (Los Hombres Que No Amaban a Las Mujeres)
- Flickan som lekte med elden (La Chica Que Jugaba Con Fuego)
- Luftslottet som sprängdes (El Castillo de Aire Que Estalló)
Yo vi esta versión americana, me sorprendí e inmediatamente corrí a videoclub a buscar la segunda y tercera películas suecas (todavía no se hacen las americanas), las que fueron casi deglutidas en serie entre ayer a la tarde y esta madrugada.
Pasa lo mismo de siempre: si bien la versión americana no está mal y se nota que tiene una mayor producción, las versiones originales suecas son bastante mejores en historia y actuación (muy bien Noomi Rapace, que ya fue catapultada a Holliwood y la vimos protagonizando Prometheus).
Recomendación: vean las versiones suecas y si quieren, la americana, en esa orden de prioridad. Son, como se dijo al principio, policiales oscuros e intrincados que giran en torno (ojo aqui las almas sensibles) al abuso infantil y los trastornos psiquiátricos. No la vean con pibes. Otro ojo: son películas larguitas, andan alrededor de las dos horas y media, que se pasan como un suspiro y ahí te das cuenta que son casi las dos de la mañana y dejaste a los pibes sin cenar.
*Sobre los títulos: los originales en sueco (que tienen mucho que ver con la trama de una manera oblicua y casi poética) han sufrido unas traducciones espantosas y torpes, tanto al inglés como al castellano, y por eso nos vamos a topar con títulos como: La Chica Que Soñaba Con Un Fósforo y Un Bidón de Gasolina, y La Reina Del Castillo de Las Corrientes de Aire, que contribuyeron a mi primer y errónea idea del contenido de las novelas.